martes, 3 de agosto de 2010

Un diálogo marxista, peronista o periodista


La senadora Roxana Itatí Latorre por Santa Fe anunció que no acompañará el proyecto de la opsición de sancionar el 82% móvil para los jubilados. Se impuso la entrevista matutina en una radio de primer nivel. Tres avesados entrevistadores -una experimentada señora, una jóven que trabajó en P12 y un ex jefe de agencia -consultaron por teléfono a la legisladora santafesina. Esos son los personajes y el entorno, la entrevista fue terrible.

La senadora comenzó precisando su filiación política: “soy peronista”, dijo, lo que habría de repetir más de una vez durante la conversación; además marcó sus diferencias con el oficialismo; luego fundamentó su posición sobre la norma propuesta diciendo que había revisado los proyectos de la oposición para el segundo semestre del año y que había advertido en ellos una intención de limitar los fondos al Gobierno Nacional, lo que dijo no compartir por no ser nuestro sistema parlamentario sino presidencialista, aunque aseguró que lo comprendía, en vistas de la contienda electoral de 2011.

Se inició ahí un diálogo marxista -digno de Groucho, Chico y Zeppo Marx, lamentablemente Harpo no hablaba- entre una legisladora que repetía sus argumentos claros, justificables y sin fisuras y tres entrevistadores obstinados en que abjurara de ellos y dijera que había sido cooptada por los K.

Casi al finalizar la entrevista, el hombre interrogó a la senadora sobre cuál sería su voto el año próximo entre Kirchner y un candidato no peronista: ella ratificó su posición doctrinaria y aceptó que votaría a K, lo cual no ratificó para el caso de que la compulsa fuera entre el pingüino y otro peronista, por lo que el periodista se quejó de que así no podía saber “de qué lado está”.

El final pudo más. Cuando Latorre insistió en cual será su voto sobre el 82% y -luego de una entrevista en la que jamás se mencionó la necesidad o no de ese incremento- la más experimentada de las entrevistadoras dijo: “va a ser muy difícil”, sonando -para mi subjetividad- a una confesión de que no la habían podido convencer de cambiar su voto o de que aceptara un supuesto encolumnamiento con el oficialismo, lo que había quedad expuesto cuando le dijeron que “hasta hace cinco minutos” había pertenecido al Peronismo Federal, lo cual ella negó por ser público que nunca integró ese sector.

No vale quejarse de los jóvenes reporteros: los tres entrevistadores tienen más de quince años de profesión, con especial, destacada y hasta admirable dedicación al ámbito político, lo que demuestra que todos -absolutamente, todos- estamos expuestos.

Otra: habría que definir con claridad que es el periodismo independiente, para evitar caer en discusiones fangosas con funcionarios, legisladores y dirigentes varios.

viernes, 25 de junio de 2010

Cositas del fútbol y el mundial


Hoy terminó la primera ronda del Mundial y ya estoy podrido de escuchar la voz temblorosa de Shakira cada vez que está por empezar un partido, para colmo ni siquiera la muestra y, como sabe cualquier mortal de sexo masculino, lo más interesante de la colombiana no se vincula con su voz.

Pero, más que esto me preocupa la locura salió a luz desde que comenzó esta etapa del campeonato. Aprendimos cosas maravillosas sobre los países que participan de ella.

En Sudáfrica, por ejemplo, el fútbol es un deporte de negros que tocan vuvucelas y que hablan inglés. Sin embargo, la mayoría de ellos no tenía un mango como para pagar la entrada, por lo que tuvo que ver los partidos que se jugaban en su propio barrio a través de las pantallas. Mientras los boers, que hablan afrikans y no les interesa el fútbol tanto como el rugby o el cricket, llenaron las tribunas, pero no para ver al equipo dueño de casa sino al Holanda de sus mayores.

Con los neocelandeses nos quedamos con las ganas de disfrutar el mejor espectáculo que podía venir desde esas tierras: un haka, esa danza guerrera a la que nos acostumbrara su seleccionado de rugby: los All Blacks. Es que, al revés de lo que pasa entre los anfitriones, en las islas el fútbol es cosa de blancos, tanto que el equipo se viste de ese color y se autodenomina All Whites. Los maoríes, cuanto más lejos, mejor.

En Estados Unidos, el fútbol se convirtió en furor gracias a la clasificación a octavos. Pero también pudrió el rancho. Es que este es un deporte mayormente de “latinos”, de negros, de demócratas seguidores de Obama, mientras los republicanos, admiradores de Busch, interpretan que afecta a sus raíces.

Ni que hablar de Francia, con las peleas entre los descendientes de los llegados desde las colonias africanas con los originarios de una de las tierras más xenófobas de la anciana Europa. Así les fue a los galos que, dicho sea de paso, llegaron a Francia como inmigrantes durante los años del imperio, de la eterna Roma.

Un capítulo aparte merecerían los países mediterráneos afectados por la crisis que les tiraron sobre las cabezas sus hermanos mayores del norte europeo. Grecia no resistió ni al primer partido, Italia hizo un papelón y España –si bien clasificó- empezó la serie con un buen susto. Los otros europeos, los rubios –Inglaterra, Holanda, Alemania-, tuvieron menos problemas para pasar de ronda.

Mientras tanto, por estas latitudes estamos felices con la clasificación de todos los equipos de la región, aunque después tengan que eliminarse entre ellos. Los argentinos estamos especialmente alegres gracias a la buena primera ronda y nadie se acuerda las barbaridades que dijeron mis colegas que apestan a señoras gordas de clase media sobre el técnico y sobre algunos de los jugadores a los que hoy admiran.

¿Será que el fútbol realmente divide aguas que van más allá de una camiseta?

viernes, 5 de marzo de 2010

Carlitos hay uno solo

¡Espectacular! ¡Genial! ¡Impresionante!
Cuando un tipo sabe, se nota. Especialmente si está rodeado de mediocres. Y, en estas dos semanas reapareció en toda su estatura un tipo que sabe, que conoce. El indescriptible Carlitos dejó a la luz pública todo el entramado berreta de la política nacional. Ojo, no de los políticos, sino de toda la política, incluida la que se hace en la calle, en el laburo y, en especial, la autodenominada "clase media". Ese sector es el que Carlitos mejor conoce y lo mueve como quiere.
Los hizo soñar con pertenecer al primer mundo, los hizo viajar, comprar, endeudarse, los hizo clamar por privatizaciones, de las que los idiotas después se quejan cuando no saben cómo van a pagar la prepaga, el cable, los peajes, los servicios, o cuando despotrican contra el ferrocarril sin inversiones o desactivado. Él mientras hizo sus negocios y llenó sus cuentas.
Pero Carlitos también sabe leer a sus colegas: tanto que, sin darles bola, se va a jugar al golf mientras ellos se debaten en disquisiciones pelotudas para hacerse con un pedazo de poder. Él sabe de poder. Los desairó y ellos sólo atinaron a criticarlo, a hablar de supuestos acuerdos espurios con el gobierno. Él siguió en la suya.
Cuándo terminó con el hoyo 18, regresó, les impuso sus condiciones a los mismos que lo habían criticado -incluyendo a la descartable clase media porteña- y se coló en los lugares que quiere tener el resto de este año y el que viene para negociar mayores prebendas cuando los candidatos tengan apuros y se termine el paso de danza torpe entre gobierno y oposición.
Él solito, despreciado por la mayoría, por los "que saben", les mojó la oreja a todos. Tanto que los que unos días antes lo habían denostado pretendieron haber olvidado sus estupideces y le dieron lo que quizo. No son iguales a él, son menos.
Como sus dos mayores adversarios -Eduardo y Nestor-: no es bueno, ni malo, es simplemente un animal político. No pueden parar de hacer política, no quieren dejar de buscar el poder, los tres abrevaron en Perón. Los demás apenas llegan al nivel de Rasca y Pica.
Es una lástima que haya lugar para sólo uno de los tres y yo no quiera a ninguno.

viernes, 8 de enero de 2010

Una novela, un estilo


El estilo de Gobierno K pareciera ser el de avanzar a los codazos entre bardos. Algunos inventados por una oposición de una incapacidad política similar o inferior a la del oficialismo, o por la prensa, generalmente de mayor nivel que todo el arco político junto, aunque no en demasía.
El caso de la novela del Banco Central es maravilloso al respecto. En la historia de la entidad sólo un presidente cumplió con su mandato, fue el primero de la lista, Ernesto Bosch, que duró 10 años en el cargo, ya que hubo años en que cuatro personajes diferentes se sentaron en el sillón de capo de la entidad rectora del sistema financiero; lo que implica que todos los sectores políticos que alguna vez estuvieron vinculados con el poder rajaron a algún funcionario que ocupó el cargo. Es una joda que en 2009 se rasguen las vestiduras porque Cristina lo raje al otrora "jóven brillante" -según Domingo Cavallo- y ex elefante en el bazar de la Comisión Nacional de Valores, Redrado.
Además, la mayoría de los argentinos no tiene la más puta idea de porqué, para qué y desde cuando existe este BCRA.
Este engendro apareció en escena recién en 1935, por orden secreta y expresa del Imperio Británico entre las obligaciones de reforma monetaria incluídas en el vergonzante Pacto Roca-Runciman, para que los agentes de su graciosa majestad pudieran controlar la economía de esta colonia no oficial de la corona. El diseño fue obra del nunca bien ponderado -por mérito propio- Raúl Prebisch, auxiliado por especialistas de Harvard.
Un caso interesante al respecto, sobre todo en una época en la que, según la oposición, Borocotó -no me refiero al padre sino al hijo- hubo uno sólo, o que, para el oficialismo, el caso de Cobos -Cleto- es único, fue el de Federico Pinedo -en este caso, hijo y no padre, tampoco nieto- quien, siendo diputado socialista, puteo en todos los idiomas contra el pacto y sus consecuencias y dos años más tarde, como ministro de Economía de un régimen conservador, aplicó todas sus órdenes y fundó el BCRA. Hoy su bástago, desde el PRO, reconoció que entre las obligaciones de la entidad está "la de no obedecer ordenes del Poder Ejecutivo". Sabe de qué habla.
Volviendo al inicio, lo maravilloso de esta historieta sigue siendo la capacidad del gobierno para entrar en kilombos. El BCRA es un organismo deleznable; pocos conocen realmente su carta orgánica ni sus cometidos; Redrado podría estar entre los malos de cualquier película; la medida aducida para rajarlo era la reclamada por la mayoría de la oposición: dar credibilidad externa a la capacidad de pagos del país; muchos bancos, ergo el establishment, se beneficiarían con ella. Ergo, para qué carajos hay que buscar puteadas donde sólo tendría que haber alabanzas.
Se agradece que sumen estas disgreciones a todo el resto de pelotudeces que circulan al respecto, no tienen porqué estar de acuerdo: yo tampoco.

martes, 27 de octubre de 2009

No aguantaba más

Es digna de admiración la falta de memoria. El tema es así: si el humano recordase todo constantemente no tendría posibilidad de asimilar cosas nuevas. En esto el cerebro humano se parece a su aparato digestivo. ¿Hace cagadas? Si, pero no me refería a eso, me refería a la posibilidad de descartar lo que ya no le sirve. Entonces, esa multitud que lloró ante ese dibujo genial en el field del Estadio Azteca en el partido contra Inglaterra, como lo hizo ante otras obras de arte del genio en las canchas, se transformó en una miriada de hipócritas que se horroriza porque este artista dice algunas cosas, tales como las que ellos repiten a diario. La diferencia entre el artista, el genio y el mediocre, el imbécil, es el uso del cerebro: aquel guarda y usa lo que aprende, el segundo no aprende más. Temo, porque esto le está pasando a un montón de compatriotas que, envidiosos del que saben más que ellos, claman por venganza: Renuncia! Despido! Sanción! Pero, más temo que muchos de mis colegas, amparándose en un estúpido sentimiento de casta piden lo mismo y no reconocen los propios errores, las propias bajezas, los propios renuncios, las propias estupideces. Obviamente, me siento más cerca de Diego que de ellos. Quiero más al artista, al genio que se la juega, que a un mediocre cobarde.

Maradona no es una persona cualquiera
es un hombre pegado a una pelota de cuero.
Tiene el don celestial
de tratar muy bien al balón.
Es un guerrero
es un ángel y se le ven las alas heridas
es la Biblia junto al calefón.
Tiene un guante blanco calzado en el pié
del lado del corazón.
No me importa en que lío se meta,
Maradona es mi amigo
y es una gran persona (el diez).
En el alma guardo la camiseta de Boca
que me regaló alguna vez.
Diego Armando
estamos esperando que vuelvas,
siempre te vamos a querer,
por las alegrías que le das al pueblo
y por tu arte también.

¡Gracias Diego!

¡Gracias Andrés!

viernes, 2 de octubre de 2009

Una renuncia

Les comunico que hoy he enviado el telegrama de renuncia al cargo que ocupaba en el Secretariado de la Asociación de Prensa de Buenos Aires.
Era una decisión que debí haber tomado en abril pasado, cuando un comunicado apócrifo del sindicato, adverso al Proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, fue publicado en el diario Clarín -casualmente-, sin que esa hubiera sido la posición oficial de la APBA.
La segunda aparición del sindicato fue esta semana, en el mismo diario, en igual línea que aquella de abril, otra vez sin que fuera -en la teoría- la posición oficial de APBA, pero esta vez reflejando una demostración callejera.
La APBA está adherida a la FATPREN que respaldó el proyecto y quedar involucrada de manera confusa en estas situaciones afectan a la organización. Aunque, no sería leal desconocer que la ambigüedad de la posición del sindicato porteño sobre el proyecto, expresada ante el Congreso y en las posteriores comunicaciones dejan un amplio margen para cualquier tipo de interpretación y actitud.
Es más, esa postura alienta una postergación del tratamiento del proyecto, que no significa una dilación en el tiempo, sino que implica de manera solapada el mantenimiento del status quo, es decir el apoyo liso y llano a la ley de facto de Radiodifusión y sus modificatorias que favorecieron a los monopolios y que perjudicaron a los trabajadores con la precarización laboral y la desaparición de más de 250 equipos de noticias en todo el país en menos de 15 años.
Respeto la posición de todos y cada uno sobre esta norma -a la cual personalmente respaldo desde hace varios años- y sigo tragándome sapos en honor de la disciplina de las organizaciones, pero me molesta cuando se me involucra de manera inconsulta en hechos que no comparto yo o -por lo menos, en los papeles- esas propias organizaciones y cuando el debate se transforma en un sainete digno de Vaccarezza, aunque sea modernizado por el correo electrónico.
En mi opinión -que no quiero que nadie comparta-, la picardía es graciosa en los niños, pero es traición entre los adultos. La pasividad es una cualidad entre los monjes budistas, pero puede confundirse con pelotudez en los latinos. Según mi documento, soy adulto y latino.
Estos motivos son sólo algunos de los que me llevaron a enviar mi renuncia irrevocable al Secretariado de la APBA, si a alguien les ineteresaran, las otras circunstancias las puedo exponer personalmente.

Nota: La foto es sólo porque admiro a Bogart y me puede Casablanca.

martes, 29 de septiembre de 2009

Causa y efecto

Cuando uno dice que nada es casual, en el barrio lo miran como con lástima y como diciendo: "¡claro, gil!, ¿qué descubriste?". Esta es una pata de lo que tengo ganas de desparramar hoy, la otra es una teoría sobre el comportamiento social que dice más o menos así: las vocaciones se crean, no son intrínsecas al individuo. ¡impresionante!

El tema es que hace aproximadamente veinte años se puso de moda estudiar periodismo y, desde entonces, en cada cuadra había un pibe que se metía a tratar de terminar un curso o una carrera de comunicación. Es decir la vocación de un montón de gente (multipliquen por cuatro la cantidad de manzanas de cualquier barrio y se van a dar cuenta de lo que es un montón) apuntaba hacia ese lado, sin visión crítica.

Eso fue la descripción del tema, ahora viene la fundamentación de la teoría: esas vocaciones fueron fomentadas desde los propios medios, para conseguir mano de obra especializada. Es más, los propios grupos arman sus escuelas y universidades o se asocian con ellas, para garantizar profesionales a medida. Aunque, lo más importante no era eso y esto lo demuestran los programas y el nivel de los recién recibidos, pero eso es tema para otro debate. Lo más ansiado por las empresas era lograr una masa crítica de profesionales desocupados que presionaran a los que estaban en funciones, para abaratar sus costos salariales. De libro.

Entonces ocurrió que muchos de esos laburantes se debatían entre abandonar su profesión o ejercerla en los márgenes del sistema. A esto se sumó la demanda de canales de expresión para una gran parte de la sociedad sin voz en los medios "grandes".

Estos medios marginales fueron la base de la Coalición que dio origen a los 21 puntos que después se transformó en el proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Entonces, se podría decir que la decisión de los grandes medios de conseguir mano de obra buena y barata, les terminó jugando en contra.

Quizá los senadores no se comporten a la altura de lo que les corresponde y terminen rechazando el proyecto, pero se logró sacar a luz un tema que -aunque la religión nunca dijo que hubiera que tapar- nunca se había hecho público.

Moraleja: no golpear demasiado a los chiquitos, porque cuando se juntan son -por lo menos- molestos. Es una cuestión de causa y efecto: todos reaccionan cuando los golpes son demasiados.